lunes, enero 04, 2016

1964

El mar devolvió la botella
de un verde avinagrado,
quizá herida por el tiempo
y arrojada por extraños

que no hurgaron por dentro
ni siquiera con sus huellas
para encontrar desarmado
de algún relato,
el fragmento:

"Seis de enero
de mil novecientos setenta y cuatro.

Te abrazo sin cuerpo
y te espero sin tiempo.

Te lloro sin llanto,
y te busco en el sueño."

No hay comentarios.: