viernes, febrero 26, 2010

Los Deseos

la lluvia que cae sobre mi pecho
me recuerda a un horizonte perdido
mis ojos se colman de una nostalgia eterna
por el castigo que persigue al más débil
cuando por fin entiendo este juego
donde la estupidez es un barco sin capitán

solía tener la llave del encuentro
sin la prisa sofocante de los años
pero las liras siguieron sonando
mas allá de la lujuria y mi canción
esfumándose en brisas de madrugada
guardando rencores de una tarde sin fé

aquel faro gira sobre una brújula perdida
marcando un norte anclado en el sol

el silencio mantiene esta agonía
sobre mi boca que se hace puente
en mis pasos de extraño augurio
trato de contener una vana inquietud
que a cada momento golpea mi puerta
dentro del cuarto vacío, una sombra

en las cenizas del crudo invierno
mi espalda desnuda ignorando la noche

las absurdas sirenas gritándole al viento
el dulce licor de tu esperanza
la sonrisa más clara del horizonte
el reloj con su tic tac enfermo
las luces agitando sus angustias
aquel mismo sueño sobre mi mesa de luz

y los deseos que arrastraron la tormenta
posándose intactos sobre mi ventanal.