lunes de ciudad
no quiebran el espejismo
sobre las luces de oficina
que despiertan del letargo
las horas de vigilia
quedan súbitamente detrás
el cielo se cubrió de dudas
gris de ausencia en los rostros
que nublaron la ilusión
los lunes generan,por cierto,
una sensación encontrada
entre la desazón y la rutina
que me impulsa a detenerme
en un andén abandonado
a contemplar esta verdad
una mera ilusión
suele ser escapar de la trampa
que nos distrae de la vida,
ida y vuelta a ningún lugar.
¿Qué errante laberinto, qué blancura ciega de resplandor será mi suerte, cuando me entregue el fin de esta aventura la curiosa experiencia de la muerte? Quiero beber su cristalino olvido, ser para siempre; pero no haber sido. Jorge Luis Borges.
martes, junio 30, 2009
miércoles, junio 10, 2009
Historia en siete estrofas
I
un café, la calle vacía y el bar
donde cargué con penas y glorias
ese lugar donde la memoria
no fallaba para recordar
II
una vez le conté una historia
que siempre decía no poder olvidar
una que hablaba de buscar
a cada paso la victoria.
III
ese viernes llovió como si fuera
la última gran lágrima del cielo
y caminando nos encontró el desvelo
del amor por vez primera
IV
ella venía triste y cansada
de sus errores en esta vida
quizá solo estuvo escondida
bajo sus cuentos de hadas
V
mis días eran papeles
que no podían ser llenados
sin saber que estaba equivocado
cubriendo de pena los manteles
VI
y como olvidar esa noche
donde escuchaste mi confesión
y te entregué mi corazón
sin silencios ni reproches
VII
así estoy, cerrando una herida
(sin querer la nostalgia me abraza)
y si bien sé que todo pasa
hay cosas que nunca se olvidan.
un café, la calle vacía y el bar
donde cargué con penas y glorias
ese lugar donde la memoria
no fallaba para recordar
II
una vez le conté una historia
que siempre decía no poder olvidar
una que hablaba de buscar
a cada paso la victoria.
III
ese viernes llovió como si fuera
la última gran lágrima del cielo
y caminando nos encontró el desvelo
del amor por vez primera
IV
ella venía triste y cansada
de sus errores en esta vida
quizá solo estuvo escondida
bajo sus cuentos de hadas
V
mis días eran papeles
que no podían ser llenados
sin saber que estaba equivocado
cubriendo de pena los manteles
VI
y como olvidar esa noche
donde escuchaste mi confesión
y te entregué mi corazón
sin silencios ni reproches
VII
así estoy, cerrando una herida
(sin querer la nostalgia me abraza)
y si bien sé que todo pasa
hay cosas que nunca se olvidan.
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