Noche
de luna brillante y pura,
de prístinas estrellas,
de dulzura y aromas
que viven en la brisa,
noche cautiva,
noche interpuesta,
canto que vuela en el río
despojado de dolencias,
cuna del grito del hombre,
sueño del último día,
noche perdida,
noche serena
que acumulas en las horas
el silencio valiente
del espacio vacío,
la perfecta estocada
que disimula el olvido
hurgando por los rincones
del amor heredado,
como aquel brillo
es la noche perpetua
que me has ofrecido.
Una Virtud Imperfecta
¿Qué errante laberinto, qué blancura ciega de resplandor será mi suerte, cuando me entregue el fin de esta aventura la curiosa experiencia de la muerte? Quiero beber su cristalino olvido, ser para siempre; pero no haber sido. Jorge Luis Borges.
domingo, noviembre 05, 2017
Perpetua
sábado, septiembre 09, 2017
Trenes
sábado, abril 08, 2017
Micaela.
donde un hombre
evita matar,
evita dañar,
evita herir
de cualquier forma
a una mujer
uno debe comprender
que para llegar a ese sitio
se desencadenaron
miles de acciones,
de decisiones, de luchas
pero sobre todo
uno debe conmemorar
a aquellas hermosas vidas
vilmente arrebatadas,
que antes de partir
en un absurdo final
dejaron su luz
y también un solemne mandato:
que sus gritos alcancen
un lugar mucho más profundo
que la simple memoria.
sábado, noviembre 26, 2016
Ser
En el aire se condensa
algún resto de primavera
bajo los días de insomnio
donde siempre busca huir
esa ambigua referencia
al deseo de sentir
en amparo de las luces
que ofrecen resplandor
se hizo viaje el mismo suelo,
se hizo cielo el corazón
hacia el mar desconocido
de los sueños navegó
una sensación ajena
a la diáspora de hoy
quizá sea este el tiempo
de ser para siempre,
de sabernos sin razón,
de guardar en lo etéreo
el temor a lo sentido,
la distancia y ese instante
inconcluso de la noche
donde todo apareció.
viernes, septiembre 30, 2016
Plazo de gracia
no podían despojarse
de la interrogación,
del estudio inconstante
pero preciso de sus formas
parecía, por caso,
que nadie
bajo ese cielo de cemento
fuese al menos conciente
de la encrucijada,
de ese instante vital
donde no hubo disparos,
ni alarmas, ni ruidos,
ni banderas flameando,
ni batallas perdidas,
ni vencedores sonriendo
donde existieron, acaso,
algunas impolutas miradas
manteniéndose a flote
bajo el diluvio de preguntas
y, cuando no,
de algunos viejos temores
pero ellos, abstraídos
de la calle y de su desdén
decidieron prepararse
en muestra de buena fé
hacia un nuevo comienzo
y así se incorporaron
con sobrada timidez
a la realidad establecida,
"porque habría veranos
sin un sol de mediodía
hoy podremos alejarnos
o quizá no, todavía"
se dijeron sin decirlo,
con el frío entre las manos,
cruzando la ancha avenida.
El plazo de gracia
se había consumado
cuando finalmente
en la marejada fugaz del tiempo
soltaron sus barcos
amarrados de aire,
y en la multitud de la tarde
se reconocieron
perfectamente extraños
ante otra muerte
que esperaba inquisidora.
domingo, julio 03, 2016
Hilos
mi guitarra,
viejos apuntes
y una computadora
está mi casa,
está el cielo
durmiendo en mi terraza
(y están las nubes,
que también pasan)
está el reloj,
están mis sueños
está la tarde
buscando asilo
están las sillas,
estan los muebles,
están mis dedos
escribiendo
esto que escribo
está la muerte,
está el vino
está ese nombre
que nunca repito
está el infierno,
están mis libros
está el imperio
tejiendo sus hilos
está la suerte
y también el destino,
está el gran fuego
ya esparcido
está la noche
que trae consigo
las dos mitades
de aquel camino
está la vida
que es tan inmensa,
está el recuerdo,
está el sonido
está el refugio
en ese frío,
está tan cerca
mi desatino
está el deseo
más compulsivo,
y está ese miedo
a lo que he sido.
domingo, abril 17, 2016
Estrellas
las falsas últimas partes
del recuerdo
sin el coraje necesario
para derribar a los sentidos
cuando todo lo que sobra
nos falta los domingos,
en el abrazo partido
y la sonrisa deshojada,
en la breve primavera
que brillaba,
en nuestro río
que encontró tormentas
cargadas de frío
en un alma sin descanso,
con el otoño en las manos
y el corazón entumecido
recuerdo
el momento
y no distingo
el sustento de los días
o este otoño sin abrigo
hoy estrellas fugaces
arderán en un cielo
que ya habré visto
sobre mi ventana,
esa misma
que no conoce
de rutinas
ni de hastío.