sábado, abril 08, 2017

Micaela.

En el mismo instante
donde un hombre
evita matar,
evita dañar,
evita herir
de cualquier forma
a una mujer
uno debe comprender
que para llegar a ese sitio
se desencadenaron
miles de acciones,
de decisiones, de luchas
pero sobre todo
uno debe conmemorar
a aquellas hermosas vidas
vilmente arrebatadas,
que antes de partir
en un absurdo final
dejaron su luz
y también un solemne mandato:
que sus gritos alcancen
un lugar mucho más profundo
que la simple memoria.

No hay comentarios.: