I
un café, la calle vacía y el bar
donde cargué con penas y glorias
ese lugar donde la memoria
no fallaba para recordar
II
una vez le conté una historia
que siempre decía no poder olvidar
una que hablaba de buscar
a cada paso la victoria.
III
ese viernes llovió como si fuera
la última gran lágrima del cielo
y caminando nos encontró el desvelo
del amor por vez primera
IV
ella venía triste y cansada
de sus errores en esta vida
quizá solo estuvo escondida
bajo sus cuentos de hadas
V
mis días eran papeles
que no podían ser llenados
sin saber que estaba equivocado
cubriendo de pena los manteles
VI
y como olvidar esa noche
donde escuchaste mi confesión
y te entregué mi corazón
sin silencios ni reproches
VII
así estoy, cerrando una herida
(sin querer la nostalgia me abraza)
y si bien sé que todo pasa
hay cosas que nunca se olvidan.
1 comentario:
poema escrito allá por el 2006.. me gusta mucho..
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